“Contar con mi novia ha sido fundamental para aceptarme como hombre trans”: Alan

Amigas, peluqueras o preparadores de reinas, estos son la mayorí­a de papeles en los que vemos representadas a las mujeres trans en los medios de comunicación. Con la poca imaginación con la que estas representaciones son construidas pareciera que es difí­cil hacer un peor trabajo en cuanto al retrato de estas realidades.

Sin embargo, para sorpresa de algunos y confirmación de otros, existe algo peor: la poca o nula visibilidad en los medios de comunicación sobre hombres trans, personas cuyo sexo asignado al nacer fue femenino, pero su identidad de género es masculina.

Sobre sus vidas, retos y experiencias poco sabemos. Si bien existen intentos de plataformas virtuales que intentan retratar sus realidades, a las personas del común aún les cuesta entender estas experiencias de vida.

Es por esto que entrevistamos a Alan, un joven trans que nos abrió su corazón para contarnos cómo fue el proceso de revelarle a su familia su realidad, el apoyo que recibió y cómo encontró un gran pilar en su novia.

Aún con los avances legales en nuestro paí­s, un gran número de personas tienen prejuicios sobre la población trans. ¿Cómo es ser un hombre trans en la sociedad colombiana?

Vivimos en un mundo donde hay mucha gente chapada a la antigua, que tiene un pensamiento diferente al de los jóvenes de ahora. Usualmente la gente juzga por el hecho de que no son capaces de asimilar y entender que los tiempos cambian, que la gente es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo, con sus cosas, con su vida.

Teniendo en cuenta este panorama, ¿cómo fue para ti “salir del clóset” como un hombre trans?

Cuando le conté a mis amigos, a mis papás, a mi familia y pareja que era trans fue muy duro para algunos. Mis amigos más cercanos me decí­an que ya lo sospechaban, pero no pensaban que fuera a tomar la decisión.

En el caso de mi novia fue más duro aún, pero ella lo entendí­a más que el resto de las personas a las que les conté porque el hermano de ella también es una persona trans que lleva un año más que yo en el proceso de transición. De hecho la gente con la que ando todo el tiempo lo tomó muy bien, aunque esta es la hora que a veces me llaman por mi anterior nombre o me tratan con los pronombre de antes.

¿Cómo has sentido el amor hacia ti desde que saliste del clóset como una persona trans?

Ha sido un cambio paulatino. Por ejemplo, para mis papás pasé de ser la niña de sus ojos a ser el hombre de la casa. Su forma de hablarme y de tratarme cambió. Esto no significa que no haya tenido el apoyo de ellos, de mi novia y de amigos, que me demuestran el amor tan grande que sienten por mí­.

Una cosa es contarle a la gente cercana sobre tu identidad, cómo te sientes y te percibes. Otra muy diferente es decirles que te sientes atraí­do hacia las mujeres. ¿Cómo fue ese proceso?

Cuando presenté a mi novia actual aún no habí­a iniciado mi tránsito; llevábamos tres años de relación y yo comencé mi proceso al tercer año. En ese entonces, cuando no habí­a iniciado mi proceso, le presenté mi novia a mi familia ya se sabí­a que me gustaban las mujeres. La verdad es que todo salió muy bien porque a mi papá y a mi hermana les cayó súper. Con el pasar del tiempo, empecé a llevarla a encuentros con toda mi familia, tí­as, primos, abuelos, e.t.c. Durante estas “presentaciones familiares” mi papá ayudó mucho a que mi familia aceptara que me gustaban las mujeres porque él les decí­a que yo seguí­a siendo la misma persona; básicamente me puso por encima de todo.

Tras la “bendición” que recibiste de tu familia en cuanto a tu proceso de transición, ¿cómo lo vivió tu novia?

Ella es la persona que más me ha apoyado en todo el proceso, me ha aguantado mis cambios de humor, me ha visto llorar cuando me siento derrotado, cuando ya no doy más, cuando estoy a punto de botar la toalla. Ella ha estado conmigo desde hace mucho tiempo antes de empezar mi tránsito. Ella fue la que me pidió el favor de hacer mi tránsito por la eps, ya que cuando empecé yo no lo hacia abajo supervisión de un médico.

Sinceramente es la mujer que me devuelve las ganas de seguir luchando por encontrarme, por sentirme como realmente quiero ser. Si no fuese por ese apoyo, con el que me demuestra su amor, no sé cómo estarí­a en este momento porque a veces, como en todo, uno puede llegar a perder la cabeza de la desesperación.

Realmente ella es la que me da ese empujón de seguir contra tantas cosas, aunque a mi casi no me afecta que digan o que hagan otras personas porque yo sea trans… Yo no vivo del qué dirán, yo vivo mi vida sin que eso me afecte.

Finalmente, ¿Cuál es tu mensaje para aquellas personas que aún discriminan a los hombres trans y a personas LGBT en general?

Realmente lo único que tengo por decirle a las personas que tienen aún esos prejuicios es que vivan y dejen vivir, cada uno hace con su vida lo que más le gusta y le parezca. El amor no tiene sexo, creo que nosotros, los seres humanos, deberí­amos enamorarnos de alguien por cómo nos haga sentir, por su forma de ser, por su esencia; no por sus genitales o porque la gente use su religión para discriminar. Si Dios hubiese creado nada más que un hombre con pene o una mujer con vagina, las personas como yo no estarí­amos aquí­.

Imagen principal tomada de freepik.es