Dos mujeres bautizan a su hijo en iglesia católica de Medellín

Dos mujeres bautizan a su hijo en iglesia católica de Medellín

La semana pasada vimos en varios medios de comunicación una noticia que conmocionó a muchas personas a nivel nacional: dos mamás bautizaron a su hijo en una iglesia católica en Medellí­n. Este suceso generó diversas emociones, desde felicitaciones a ellas por lograr abrir una puerta a la igualdad hasta reclamos por jactarse de  entrar a un lugar donde las personas LGBT somos usualmente rechazadas.

 

Más allá de las emociones generadas, este hecho noticioso tiene un gran impacto, pues sabemos, por ejemplo, que hay varias leyes que protegen a las familias diversas pero muchas veces hay barreras para su cumplimiento. Un claro ejemplo son las notarí­as, que a pesar de tener un mandato legal que les exige casar a parejas del mismo sexo sin ninguna discriminación, a veces se niegan alegando faltas de formatos o poniendo otras obstáculos. (Te puede interesar: Supernotariado ordena cumplir fallo que avala matrimonio entre parejas gay)

 

Así­ como las notarí­as, las iglesias católicas también han discutido desde sus arquidiócesis principios frente a parejas del mismo sexo, en este caso, sobre el bautismo de hijos de dichas parejas, y no van en contraví­a de lo que se registre en documento como la partida de nacimiento. Al respecto la arquidiócesis de Medellí­n señala que para el registro de Bautismo y la expedición de certificado de este, la iglesia asume que los datos que aparecen en los documentos civiles son los mismos que aparecerán en el registro. (Ver: Comunicado de la Arquidiócesis de Medellí­n sobre el bautismo de niños de parejas del mismo sexo)

Este principio de respeto le da a la Iglesia Católica el poder de transformar realidades de familias como la de Manuela Gómez Duque y Luisa Fernanda Duque, quienes a pesar de los prejuicios que aún existen en nuestra sociedad, decidieron formar un hogar con su nuevo hijo.

Su muestra de valentí­a nos inspiró a investigar sobre su historia y es por esto que decidimos entrevistarlas para que nos contaran un poco más  de la decisión de bautizar a su hijo en una iglesia católica, de los retos que este proceso implica para la recién formada familia y cuál es su mensaje a todas las familias diversas de Colombia.

¿Por qué decidieron bautizar a su hijo en una iglesia católica, siendo que hay una opinión generalizada sobre el rechazo de esta institución a las familias diversas?

La finalidad del bautizo de Mati fue, por un lado, vivir este sacramento que tiene un significado tan especial para nuestra familia, y, por otro, mostrarle a la sociedad que el Dios en el que creemos, a partir de la formación católica que hemos recibido, es un Dios de amor, que nos acoge, sin discriminarnos.

¿Y qué significa para ustedes haber llevado a cabo este proceso?

Nos llena de orgullo y de felicidad, por su significado, para nosotros como familia y para la sociedad.

Este proceso que, en su caso las llenó de felicidad, también debió implicar algunos retos, ¿cuáles fueron?

Cuando concebimos la idea de bautizar a nuestro hijo, en un principio, fuimos a varias parroquias, en las que nos expresaron que no habí­a inconveniente en realizar este sacramento, a pesar de ser Mati hijo de una pareja homoparental; que nos respetaban como familia, pero que, por polí­ticas de la Iglesia, no podí­an poner en la partida de bautismo a las dos mamás, sino solo a una (a la gestante).

Ante estas respuestas, habí­amos optado, entonces, por no bautizar a Mati, pues consideramos que no podí­amos ser incoherentes con nuestra forma de pensar: si ambas somos sus madres, ¿por qué aceptar que en el documento que acredita su bautismo figure solo una?

“Dios nos ama a todos por igual”

Entonces, ¿Qué las motivó finalmente a seguir adelante ?

Una persona allegada a nosotros nos recomendó hablar con un sacerdote, que podrí­a ayudarnos. Cuando conversamos con él, le contamos cómo estaba conformada nuestra familia. Él nos entendió y nos dijo que sí­ podí­amos bautizar a Mati, quedando las dos como madres en la partida de bautismo, porque el Derecho canónico lo permití­a, es decir, que habí­a respaldo jurí­dico al interior de la Iglesia y que no era solo un acto de convicción. No obstante, el sacerdote quiso contar con un respaldo más explí­cito; razón por la cual se comunicó con la Curia y nos expresó que le habí­an precisado que no existí­a ningún problema en practicar la ceremonia.

 

Una cosa es el apoyo desde el punto del derecho canónico y otra, es la convicción que tenga cada sacerdote sobre las familias diversas. ¿Cómo fue el apoyo que encontraron, en su caso, por parte de esta arquidiócesis?

Él nos dijo que Dios nos ama a todos por igual y que, por nuestro sacramento del bautismo, nosotras éramos parte de la Iglesia desde siempre y que, por tanto, él deseaba que no nos sintiéramos excluidos. Ante dichas palabras, decidimos entonces bautizar a Mati, porque creemos en un Dios de amor y bondad, y querí­amos demostrarle a nuestro hijo que podí­amos sentirnos acogidos por él. Además, deseamos que Mati se eduque desde la inclusión y la coherencia.

Teniendo en cuenta que este proceso fue difí­cil y que aún existen prejuicios sobre las familias conformadas por dos mamás, ¿por qué decidieron contarle su caso a los medios de comunicación?

A pesar de los riesgos, decidimos dar a conocer esta historia porque querí­amos mostrarles a las personas que, pese a lo que muchos piensan, la Iglesia Católica siempre nos acoge tal y como somos.

¿Cuáles eran esos riesgos que ustedes mencionan?

Exponer a nuestra familia; que algunos creyentes pudieran sentirse ofendidos y que personas de la población LGTBI+ pensaran que querí­amos hacer parte de una religión que siempre “nos ha rechazado”.

Sin embargo, pensamos que, si la sociedad conoce este hecho, podemos contribuir a transformar la mentalidad de aquellos que han utilizado, como argumentos para marginar, los dogmas del catolicismo, pues, como las mismas circunstancias lo demuestran, la Iglesia bautizó a Mati, sin importar que hiciera parte de una familia homoparental. O sea, que no se puede utilizar a Dios o a la Biblia para discriminar. Es más, para que quede claro el mensaje de inclusión de esta institución religiosa, la Arquidiócesis escribió en la partida de bautismo el nombre de sus dos madres; lo que nos colma de felicidad y de esperanza, pues nos indica que también los organismos privados se están tomando en serio el reconocimiento de las familias diversas.

Decidimos dar a conocer esta historia porque querí­amos mostrarles a las personas que,  la Iglesia Católica siempre nos acoge tal y como somos.

¿Qué otros mensajes creen que le están enviando a aquellas personas que usan a la religión para discriminar a personas LGBT?

Que todos los sujetos deben respetar tanto a los avances jurisprudenciales que se han dado en Colombia en esta materia como a la Constitución, que consagra los derechos a la igualdad, al interés superior del niño, al libre desarrollo de la personalidad y a la familia, así­ como el postulado de la dignidad humana, entre otros.

 

Finalmente, ¿qué mensaje enví­an a las familias creyentes que están conformadas por dos papás o dos mamás ?

Que si quieren bautizar a su hijo(a), tengan la esperanza de que la Iglesia les acepta y pueden hacerlo tranquilamente. Esto se evidencia en declaraciones hechas  por la Arquidiócesis de Medellí­n el 23 de julio de 2019, en el que señala que la Iglesia administra el sacramento del bautismo a hijo(a)s de parejas, tanto homosexuales como heterosexuales, en la medida en que se trata de una forma de garantizar el interés del menor.

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